martes, 1 de diciembre de 2015

Primeros auxilios

¡Hola bloggers!

Otro tema muy importante, no solo para los profesionales sanitarios si no para todo el mundo ya que todos deberíamos saber que son los primeros auxilios y como prestarlos. Aquí os presento información básica sobre éstos.

En cuanto a la definición, se denominan Primeros Auxilios a aquellas actuaciones o medidas que se adoptan inicialmente con un accidentado o enfermo repentino, en el mismo lugar de los hechos, hasta que llega asistencia
especializada.
En la mayoría de los casos, la primera persona que atiende una situación de urgencia o de emergencia, no es un sanitario. Por ello, sería conveniente que todos tuviéramos una serie de conocimientos básicos acerca de qué hacer o no ante estas situaciones.
Para prestar primeros auxilios no se necesita contar con equipos especializados. Basta con un botiquín, es mas, en muchos casos, el mismo ni siquiera será necesario.
Es importante que la prestación de los mismos sea correcta y eficaz ya que de ello puede depender la evolución del paciente.

OBJETIVOS DE LOS PRIMEROS AUXILIOS
• Evitar la muerte.
• Impedir el agravamiento de las lesiones.
• Evitar más lesiones de las ya producidas.
• Aliviar el dolor.
• Evitar infecciones o lesiones secundarias.
• Ayudar o facilitar la recuperación del lesionado.

PAUTA GENERAL DE ACTUACIÓN: CONDUCTA “PAS”
Este acrónimo resume la pauta de actuación básica en materia de Primeros Auxilios.

PROTEGE al accidentado y a ti mismo.
Hay que hacer seguro el lugar del accidente, teniendo en cuenta que es preferible alejar el peligro, que movilizar al accidentado. Si ello no fuera posible, sólo entonces se debe proceder a alejar
al accidentado, movilizándolo en bloque.

A continuación se analizan posibles situaciones:
-Heridas sangrantes: utilizar guantes desechables.
-Electrocución: desconectar la corriente (si no es posible, separar al accidentado de la zona en tensión
convenientemente protegidos contra una descarga).
-Incendios: controlar el fuego, si hay humo, ventilar (si no fuera posible, rescate convenientemente protegidos).
-Fugas de gas: ventilar, cortar el gas (si no fuera posible, rescate convenientemente protegidos), si se sospecha que el gas es inflamable, no encender fuego, no fumar, no accionar aparatos eléctricos.
-Accidentes de tráfico: aparcar bien, ponerse chaleco de alta visibilidad, señalizar.

AVISA a los servicios de socorro: 112
Es necesario (los profesionales que atiendan nuestra llamada nos interrogarán al respecto):
 1. Identificarse.
 2. Informar acerca del lugar exacto.
 3. Especificar el tipo de accidente y circunstancias que pueden agravar la situación (intoxicación, quemaduras térmicas o químicas, etc.).
 4. Informar acerca del número de heridos y estado aparente (conscientes, sangran, respiran, etc.).
Es importante mantener libre la línea telefónica utilizada para la comunicación del accidente.

Mientras se espera la ayuda, se puede empezar a socorrer.
SOCORRE aplicando tus conocimientos de primeros auxilios
Se debe actuar teniendo presente estas prioridades (por lo que es imprescindible la valoración del accidentado antes de cualquier actuación y, en caso de accidentes múltiples, no atender al
primer herido que se encuentre o al que más grite):
 1º Salvar la vida.
 2º Evitar que se agraven las lesiones.
Prioridad inmediata: Problemas respiratorios, paros cardíacos, hemorragias graves, inconsciencia, shock, tórax abierto o heridas abdominales, quemaduras del aparato respiratorio, o heridos con
más de una fractura importante.
Prioridad secundaria: Quemaduras graves, lesiones de columna vertebral, hemorragias moderadas, accidentados conscientes con lesiones en cabeza.
Prioridad terciaria: Fracturas leves, contusiones, abrasiones y quemaduras leves.
Última prioridad: Defunciones.

EL SOCORRISTA
La persona que presta los primeros auxilios debe:
Tener unos conocimientos básicos. De no ser así, es mejor abstenerse de actuar. Intervenciones inadecuadas pueden incluso agravar la situación.
Hacerse una buena composición de lugar antes de actuar, es imprescindible para garantizar la seguridad.
Protegerse contra riesgos biológicos (usar guantes, protectores en el boca a boca, etc. ).
Actuar con tranquilidad y rapidez. Hay que intervenir con premura, pero manteniendo la calma en todo momento y transmitiendo serenidad a los demás y a la víctima. De esta
forma se contribuye a evitar el pánico y a minimizar el riesgo de que el accidente acabe afectando a otras personas.
Tranquilizar al herido, dándole ánimo y mitigando su preocupación.
Evitar mover al accidentado (salvo causa de fuerza mayor como incendio, inmersión, etc.) y en todo caso con gran precaución. Es necesario examinar bien al herido, sin tocarle innecesariamente.
Esto ayudará a establecer prioridades si hay varios.
Limitarse a las actuaciones indispensables:
Adoptar las medidas necesarias para asegurar la vida y evitar lesiones mayores.
Asegurar la asistencia especializada y el traslado adecuado.
Mantener al herido caliente (abrigarlo) y aflojar las ropas que opriman.
Evitar dar de comer o beber al accidentado.
Apartar a los curiosos.

EL BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS
El anexo VI del R.D. 486/97, de 14 de abril, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, especifica que todo lugar de trabajo deberá disponer, como mínimo, de un botiquín portátil que contenga:
Desinfectantes y antisépticos
-Gasas estériles
-Algodón hidrófilo
-Vendas
-Esparadrapo
-Apósitos adhesivos
-Tijeras
-Pinzas
-Guantes desechables
-Dicho material debe revisarse periódicamente y reponerse tan pronto como caduque o sea utilizado.

EVALUACIÓN DEL ACCIDENTADO
Se denomina así al reconocimiento del accidentado, en el lugar de los hechos, enfocado a detectar lesiones o situaciones potencialmente peligrosas para su vida.
Es necesario que la actuación sea sistemática y secuencial. Se debe seguir escrupulosamente el procedimiento descrito a continuación, sin pasar al siguiente escalón antes de haber completado el anterior.
1ª FASE: EVALUACIÓN PRIMARIA.
Identificación de situaciones que puedan suponer una amenaza inmediata para la vida de la persona. Siempre por este orden:
- 1º Valorar la consciencia (si está consciente, podemos suponer que respira y que el sistema circulatorio funciona): responde o no a estímulos.
- 2ª Valorar la respiración (si respira, podemos suponer que su corazón late): si falta, intentar restablecerla, Reanimación Cardiopulmonar (R.C.P.)

2ª FASE: EVALUACIÓN SECUNDARIA.
Tras asegurar las funciones vitales, debemos tratar de detectar otras posibles lesiones. Para ello realizaremos una exploración detallada y sistemática desde la cabeza hasta las extremidades,
buscando heridas, fracturas, hemorragias, quemaduras, movimientos torácicos anormales, etc. para poder aplicar los cuidados necesarios.

ACTUACIÓN ANTE UNA PARADA CARDIORRESPIRATORIA: SECUENCIA DE LA R.C.P.
(A) Garantizar la seguridad de reanimador y víctima – (B) Buscar respuesta: valorar la consciencia – (C) Pedir ayuda – (D) Abrir la vía aérea y mantenerla permeable (E) Valorar ventilación, y si no se
detecta, aplicar la R.C.P.
A. Garantizar la seguridad del reanimador y de la víctima. Buscar para las maniobras una zona segura, evitando riesgos para ambos.

B. Buscar respuesta: valorar la consciencia. Preguntar al accidentado en voz alta si se encuentra bien. Si no responde, sacudirle suavemente por los hombros y/o provocarle un pequeño estímulo doloroso (como un pellizco en brazo) a la vez que se insiste en preguntarle si se encuentra bien.
Si responde (emite algún sonido, se mueve, abre los ojos), está consciente. Se puede concluir, por tanto, que está respirando y tiene circulación y debemos proceder de la siguiente manera: Dejarlo en la posición en que lo encontramos. Pedir ayuda si es necesario. Enviar a alguien por ayuda. Si está
solo, deje a la víctima y vaya por ayuda usted mismo, volviendo después junto a ella.
Valorar a la víctima regularmente. Hay dos situaciones que pueden poner en peligro la vida de una persona consciente: hemorragia profusa y la asfixia por atragantamiento.
Si no responde, está inconsciente y puede ser una víctima potencial de muerte súbita: pediremos ayuda.

C. Pedir ayuda
• Avisar al 112, o
• Gritar pidiendo ayuda de alguien próximo
• Si la causa probable de la inconsciencia es un problema respiratorio derivado de traumatismos, ahogamiento, asfixia, intoxicación por alcohol y drogas, o si la víctima es un niño, lo
prioritario es la R.C.P., que debe aplicarse durante 1 minuto antes de ir a pedir ayuda.

D. Abrir la Vía Aérea. Mantener permeable la vía aérea.
Después de pedir ayuda, el reanimador debe abrir la vía aérea y mantenerla permeable, ya que durante una parada cardiorrespiratoria, la víctima pierde el tono muscular lo que unido al efecto de la
gravedad, puede hacer que la lengua caiga hacia atrás ocluyendo la vía aérea.
Para ello, en primer lugar, hay que colocar con precaución al herido tumbado boca arriba sobre superficie lisa y dura, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo, aflojarle las ropas que puedan
oprimirle y desvestirle el tórax.

A continuación se debe aplicar una de las siguientes maniobras:
 -Maniobra frente-mentón (es la que se aplica generalmente):
 -Retirar objetos visibles de la boca de la víctima (incluye dentaduras postizas sueltas).
 -Colocar una mano en la frente de la víctima y con los dedos 2º y 3º de la otra mano en la punta del
mentón, inclinar la cabeza hacia atrás y elevar la mandíbula, dejando libres el pulgar e índice de la primera mano para cerrar su nariz si requiere ventilación.
 -Maniobra de hiperextensión del cuello:
Colocar una mano en la frente de la víctima y la otra mano bajo el cuello, elevándolo suavemente.
-Tracción de mandíbula:
Si hay sospecha de lesión cervical, las maniobras frente-mentón e hiperextensión del cuello están
contraindicadas. En estos casos se recomienda la tracción de mandíbula. Consiste en introducir el pulgar en la boca del herido por detrásde la arcada dentaria inferior y con los dedos pulgar e índice
haciendo gancho traccionar de la mandíbula hacia arriba, mientras con la otra mano se fija la cabeza evitando que se desplace en cualquier dirección.

E. Valorar ventilación, y si no se detecta, aplicar la R.C.P.
Manteniendo la vía aérea abierta, mirar el pecho de la víctima y acercar la cara a su boca para ver los movimientos del tórax, oír los sonidos respiratorios, y sentir la salida de aire en la mejilla. Mirar,
Escuchar y Sentir (M.E.S.), unos 10 segundos para determinar si respira normalmente.
La respiración adecuada implica presencia de circulación, por lo que, si existe, habría que:
Colocar al accidentado en posición lateral de seguridad (P.L.S.) excepto si se sospecha lesión cervical.
Controlar que continúa respirando. Si no respira, sólo inspira bocanadas ocasionales o hace débiles
intentos de respirar, o se tienen dudas, se debe pasar a la REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR propiamente dicha, que consiste en una combinación de RESPIRACIÓN ARTIFICIAL BOCA
A BOCA y MASAJE CARDIACO EXTERNO. A continuación se explica la secuencia de la R.C.P. y la forma de practicar, tanto la respiración artificial boca a boca como el masaje cardiaco.
Secuencia de la R.C.P.:
-Se comenzará con 2 insuflaciones.
 -Se darán 30 compresiones seguidas de 2 insuflaciones y así sucesivamente: relación 30/2.
 Valorar la respiración cada 10 respiraciones (o cada minuto).
 No parar más de 10 segundos.
 Mantener la R.C.P. hasta:
 Llegada de ayuda.
 Recuperación de la víctima, en cuyo caso, si no se sospecha lesión cervical, se la colocará en posición lateral de seguridad (P.L.S. – ver último apartado del este capítulo) y se la vigilará
periódicamente.
Se produzca el “agotamiento” del reanimador.

Nota: La R.C.P. con dos reanimadores sólo se recomienda si están entrenados. La
cadencia será la misma: uno de ellos realizará las compresiones y el otro las
insuflaciones. Es recomendable que cambien cada 2 minutos para evitar el
agotamiento.

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