jueves, 3 de diciembre de 2015

Fosfomicina

Buenas tardes bloggers, 'aquí os dejo una presentación muy interesante sobre un medicamento muy utilizado en nuestra sociedad, el conocido "Monurol" que se toman cuando presentan una ITU. Espero que os guste! Un saludo.

WORD

Hola coleguis, hoy os traigo un trabajo que hice de word, utilizando todas las herramientas de éste programa informático.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Fracturas faciales

Hola bloggers! 
Os hablaré un poco de las fracturas faciales, ya que realicé un trabajo sobre ello y me parece muy interesante. Espero que os guste.
Introducción
La Cirugía Maxilo-facial es una especialidad médico-quirúrgica que tiene su campo de actuación en cabeza, cara y cuello, dedicada a devolver la armonía facial, sea cual sea la causa de la afección.
El campo de actuación de la especialidad de cirugía oral y maxilofacial incluye los siguientes ámbitos: tratamiento del dolor, cirugía dentoalveolar y peri odontología, tratamiento de las infecciones que involucran los huesos y tejidos blandos, traumatismos cráneo-maxilofaciales, patología oral, implantología, cirugía ortopédica, tratamiento quirúrgico y no quirúrgico de las afecciones de la articulación temporo-mandibular, cirugía oncológica, cirugía reconstructiva, cirugía estética y tratamiento de malformaciones.
La causa más frecuente de los traumatismos faciales son los accidentes de tráfico y dependiendo de la fuerza y dirección del traumatismo tendremos un tipo de fractura u otro, podemos clasificar las fracturas faciales en:
-Fracturas mandibulares, las cuales varían en función del tipo de lesión, la localización anatómica y la trayectoria e intensidad de la fuerza traumática (Condilares, de la rama ascendente, del ángulo, del cuerpo, sinfisarias, alveolares y, rara vez, en la apófisis coronoides), también se diferencian según el tipo de fractura (tallo verde, simple, conminuta y compuesta).
-Fracturas del tercio medio facial, aquellas que afectan al maxilar, el malar y el complejo naso-orbitario-etmoidal (NOE). Se clasifican también como fracturas de Le Fort I, II o III, fracturas del complejo cigomático maxilar (el tipo más común tratada en quirófano), fracturas del arco cigomático y fracturas del NOE.
Nos centraremos en concreto en las fracturas de Le Fort, ya que lo habitual es que las fracturas del tercio medio facial sean híbridos o combinaciones de las lesiones de Le Fort.

 Anatomía específica del sitio quirúrgico.
La anatomía de la cara está compuesta por un conjunto de huesos, músculos, nervios superficiales, vasos sanguíneos, dermis y epidermis. A continuación, veremos los elementos más importantes.  Huesos de la cara:

Músculos de la cara:


  Definición del procedimiento y pasos a seguir. ¿Qué patología resuelve?

Como hemos dicho nos centraremos en las fracturas de Le Fort.
La fractura de Le Fort I separa el maxilar de la apófisis pterigoides y de las estructuras nasales cigomáticas, a causa de fuerzas horizontales sobre el maxilar que se fractura a través del seno maxilar y a lo largo del suelo de la fosa nasal. La línea de fractura se localiza sobre los ápices dentarios. Este tipo de traumatismo puede separar el maxilar en una sola pieza de las otras estructuras, dividir el paladar, o fragmentar el maxilar.
Las fuerzas que se aplican con una trayectoria superior suelen dar lugar a fractura de Le Fort II o piramidal, que consiste en la separación del maxilar y el complejo nasal de las estructuras orbitarias y cigomáticas. La línea de fractura discurre por la raíz nasal, hueso lacrimal, reborde infraorbitario y por la pared del maxilar.
Y en la Fractura Le Fort III o disyunción cráneo facial, la línea de fractura va de la raíz nasal, hueso lacrimal, apófisis frontal del hueso malar, pared lateral y posterior del maxilar hasta apófisis pterigoides. Separa el complejo NOE, los malares y el maxilar de la base del cráneo, lo que da lugar a la denominada separación craneofacial.
Se procede a reparar la zona dañada mediante intervención quirúrgica y el procedimiento se basa en:
-Reducción de la fractura (restauración de los fragmentos óseos en su localización anatómica adecuada) y fijación de dichos fragmentos para su inmovilización.
-Osteosíntesis estable.
-Conservación de la vascularización de los fragmentos óseos.
-Restaurarse la oclusión previa, así como prevenir o erradicar cualquier infección de la zona de fractura.
-Inmovilización. (En el caso de las fracturas faciales para favorecer la cicatrización).
En general, siempre es mejor tratar la lesión lo antes posible. Las evidencias demuestran que cuanto mayor es el tiempo que se dejan sin tratar las heridas abiertas o complejas, mayor es la incidencia de infección o de una mala consolidación, además puede imposibilitar la reducción anatómica ideal de la fractura.


   Tipo de anestesia utilizada y duración de la intervención.

En los traumatismos más graves la intervención debe realizarse bajo anestesia general para realizar un tratamiento “abierto” que permita la reducción de los fragmentos y la fijación de los mismos mediante pequeñas placas y tornillos de titanio. No en todos los casos necesitan tratamiento quirúrgico. Si es así, en ocasiones se requiere un tratamiento “cerrado” que puede realizarse bajo anestesia local, pero es menos común.

No existe una duración indicada de la intervención. Depende del tipo de fractura, de si es un politraumatismo o no, del nivel alcanzado, de cómo ha sido la contusión, etc. Cada caso tiene su tiempo determinado.

   Vía de abordaje. Posicionamiento quirúrgico para el desarrollo de la intervención.

La posición en decúbito supino es la más utilizada.
Los principales efectos fisiológicos de la misma en el enfermo son:
 -Reducción de la ventilación por compresión abdominal sobre el diafragma, acentuado si se administra anestesia general, por las modificaciones del tono muscular diafragmático y abdominal.
-Riesgo de atelectasia, al poderse cerrar la vía aérea pequeña.
-A nivel circulatorio, sólo se destacarían los efectos de la posición en decúbito supino en enfermos obesos, con ascitis, tumoraciones abdominales o embarazadas. En estos casos, se produciría compresión de la vena cava inferior y consecuente disminución del retorno venoso y gasto cardíaco, apareciendo hipotensión, cosa que se podría evitar ladeando la mesa unos 10º hacia la izquierda.
-Cuando la cabeza no se almohadilla adecuadamente y el enfermo se hipotensa, hay riesgo de que sufra dolor, tumefacción y alopecia por la presión en la zona occipital.
-Dolor bajo de espalda al perderse la convexidad lumbar fisiológica tras la relajación de los músculos paraespinales (efecto de la anestesia).
-Riesgo de pie equino y úlcera de talón, en intervenciones largas.
Cuidados de Enfermería en la posición decúbito supino:
- Cuerpo perfectamente alineado, con las piernas paralelas (nunca cruzadas, por riesgo de compresiones).
- Brazo de la venoclisis: apoyado en su suporte correspondiente, pero cuidando que nunca la abducción sea superior a los 90º, por riesgo de lesionar el plexo braquial. El brazo contrario se intentará descansar en otro soporte igual, o en su defecto, sujeto al arco de anestesia perfectamente protegido y vigilando también la abducción.
- Almohadillas bajo la cabeza y la zona lumbar. Si la intervención se prolonga, realizar cambios posturales de la cabeza.
- Protección de talones de la presión sobre la mesa, con una almohadilla. - Prevención del equino.
- Vendaje compresivo ascendente, para mejorar el retorno venoso, dependiendo de las características del enfermo e intervención.

Preparación del campo quirúrgico: empañado del campo.

En las fracturas faciales, la piel se prepara con solución de Betadine diluida, porque se ha demostrado que es el antiséptico más seguro y eficaz para la cara. No pueden usarse hexaclorofina o clorhexidina porque son ototóxicos.

Se prepara la piel de toda la cara, desde la línea de implantación del cabello hasta la escotadura esternal. Se colocan 4 campos fijados con pinzas para delimitar el campo quirúrgico. Un campo grande doblado sobre el paciente y otro alrededor de su cara, con la boca, la nariz y los ojos.




   Cura de la herida quirúrgica y apósito o vendaje.

La elección del apósito y el tipo de vendaje son de suma importancia para el resultado final y tiene por finalidad proteger la herida quirúrgica y favorecer su cicatrización.

martes, 1 de diciembre de 2015

Primeros auxilios

¡Hola bloggers!

Otro tema muy importante, no solo para los profesionales sanitarios si no para todo el mundo ya que todos deberíamos saber que son los primeros auxilios y como prestarlos. Aquí os presento información básica sobre éstos.

En cuanto a la definición, se denominan Primeros Auxilios a aquellas actuaciones o medidas que se adoptan inicialmente con un accidentado o enfermo repentino, en el mismo lugar de los hechos, hasta que llega asistencia
especializada.
En la mayoría de los casos, la primera persona que atiende una situación de urgencia o de emergencia, no es un sanitario. Por ello, sería conveniente que todos tuviéramos una serie de conocimientos básicos acerca de qué hacer o no ante estas situaciones.
Para prestar primeros auxilios no se necesita contar con equipos especializados. Basta con un botiquín, es mas, en muchos casos, el mismo ni siquiera será necesario.
Es importante que la prestación de los mismos sea correcta y eficaz ya que de ello puede depender la evolución del paciente.

OBJETIVOS DE LOS PRIMEROS AUXILIOS
• Evitar la muerte.
• Impedir el agravamiento de las lesiones.
• Evitar más lesiones de las ya producidas.
• Aliviar el dolor.
• Evitar infecciones o lesiones secundarias.
• Ayudar o facilitar la recuperación del lesionado.

PAUTA GENERAL DE ACTUACIÓN: CONDUCTA “PAS”
Este acrónimo resume la pauta de actuación básica en materia de Primeros Auxilios.

PROTEGE al accidentado y a ti mismo.
Hay que hacer seguro el lugar del accidente, teniendo en cuenta que es preferible alejar el peligro, que movilizar al accidentado. Si ello no fuera posible, sólo entonces se debe proceder a alejar
al accidentado, movilizándolo en bloque.

A continuación se analizan posibles situaciones:
-Heridas sangrantes: utilizar guantes desechables.
-Electrocución: desconectar la corriente (si no es posible, separar al accidentado de la zona en tensión
convenientemente protegidos contra una descarga).
-Incendios: controlar el fuego, si hay humo, ventilar (si no fuera posible, rescate convenientemente protegidos).
-Fugas de gas: ventilar, cortar el gas (si no fuera posible, rescate convenientemente protegidos), si se sospecha que el gas es inflamable, no encender fuego, no fumar, no accionar aparatos eléctricos.
-Accidentes de tráfico: aparcar bien, ponerse chaleco de alta visibilidad, señalizar.

AVISA a los servicios de socorro: 112
Es necesario (los profesionales que atiendan nuestra llamada nos interrogarán al respecto):
 1. Identificarse.
 2. Informar acerca del lugar exacto.
 3. Especificar el tipo de accidente y circunstancias que pueden agravar la situación (intoxicación, quemaduras térmicas o químicas, etc.).
 4. Informar acerca del número de heridos y estado aparente (conscientes, sangran, respiran, etc.).
Es importante mantener libre la línea telefónica utilizada para la comunicación del accidente.

Mientras se espera la ayuda, se puede empezar a socorrer.
SOCORRE aplicando tus conocimientos de primeros auxilios
Se debe actuar teniendo presente estas prioridades (por lo que es imprescindible la valoración del accidentado antes de cualquier actuación y, en caso de accidentes múltiples, no atender al
primer herido que se encuentre o al que más grite):
 1º Salvar la vida.
 2º Evitar que se agraven las lesiones.
Prioridad inmediata: Problemas respiratorios, paros cardíacos, hemorragias graves, inconsciencia, shock, tórax abierto o heridas abdominales, quemaduras del aparato respiratorio, o heridos con
más de una fractura importante.
Prioridad secundaria: Quemaduras graves, lesiones de columna vertebral, hemorragias moderadas, accidentados conscientes con lesiones en cabeza.
Prioridad terciaria: Fracturas leves, contusiones, abrasiones y quemaduras leves.
Última prioridad: Defunciones.

EL SOCORRISTA
La persona que presta los primeros auxilios debe:
Tener unos conocimientos básicos. De no ser así, es mejor abstenerse de actuar. Intervenciones inadecuadas pueden incluso agravar la situación.
Hacerse una buena composición de lugar antes de actuar, es imprescindible para garantizar la seguridad.
Protegerse contra riesgos biológicos (usar guantes, protectores en el boca a boca, etc. ).
Actuar con tranquilidad y rapidez. Hay que intervenir con premura, pero manteniendo la calma en todo momento y transmitiendo serenidad a los demás y a la víctima. De esta
forma se contribuye a evitar el pánico y a minimizar el riesgo de que el accidente acabe afectando a otras personas.
Tranquilizar al herido, dándole ánimo y mitigando su preocupación.
Evitar mover al accidentado (salvo causa de fuerza mayor como incendio, inmersión, etc.) y en todo caso con gran precaución. Es necesario examinar bien al herido, sin tocarle innecesariamente.
Esto ayudará a establecer prioridades si hay varios.
Limitarse a las actuaciones indispensables:
Adoptar las medidas necesarias para asegurar la vida y evitar lesiones mayores.
Asegurar la asistencia especializada y el traslado adecuado.
Mantener al herido caliente (abrigarlo) y aflojar las ropas que opriman.
Evitar dar de comer o beber al accidentado.
Apartar a los curiosos.

EL BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS
El anexo VI del R.D. 486/97, de 14 de abril, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, especifica que todo lugar de trabajo deberá disponer, como mínimo, de un botiquín portátil que contenga:
Desinfectantes y antisépticos
-Gasas estériles
-Algodón hidrófilo
-Vendas
-Esparadrapo
-Apósitos adhesivos
-Tijeras
-Pinzas
-Guantes desechables
-Dicho material debe revisarse periódicamente y reponerse tan pronto como caduque o sea utilizado.

EVALUACIÓN DEL ACCIDENTADO
Se denomina así al reconocimiento del accidentado, en el lugar de los hechos, enfocado a detectar lesiones o situaciones potencialmente peligrosas para su vida.
Es necesario que la actuación sea sistemática y secuencial. Se debe seguir escrupulosamente el procedimiento descrito a continuación, sin pasar al siguiente escalón antes de haber completado el anterior.
1ª FASE: EVALUACIÓN PRIMARIA.
Identificación de situaciones que puedan suponer una amenaza inmediata para la vida de la persona. Siempre por este orden:
- 1º Valorar la consciencia (si está consciente, podemos suponer que respira y que el sistema circulatorio funciona): responde o no a estímulos.
- 2ª Valorar la respiración (si respira, podemos suponer que su corazón late): si falta, intentar restablecerla, Reanimación Cardiopulmonar (R.C.P.)

2ª FASE: EVALUACIÓN SECUNDARIA.
Tras asegurar las funciones vitales, debemos tratar de detectar otras posibles lesiones. Para ello realizaremos una exploración detallada y sistemática desde la cabeza hasta las extremidades,
buscando heridas, fracturas, hemorragias, quemaduras, movimientos torácicos anormales, etc. para poder aplicar los cuidados necesarios.

ACTUACIÓN ANTE UNA PARADA CARDIORRESPIRATORIA: SECUENCIA DE LA R.C.P.
(A) Garantizar la seguridad de reanimador y víctima – (B) Buscar respuesta: valorar la consciencia – (C) Pedir ayuda – (D) Abrir la vía aérea y mantenerla permeable (E) Valorar ventilación, y si no se
detecta, aplicar la R.C.P.
A. Garantizar la seguridad del reanimador y de la víctima. Buscar para las maniobras una zona segura, evitando riesgos para ambos.

B. Buscar respuesta: valorar la consciencia. Preguntar al accidentado en voz alta si se encuentra bien. Si no responde, sacudirle suavemente por los hombros y/o provocarle un pequeño estímulo doloroso (como un pellizco en brazo) a la vez que se insiste en preguntarle si se encuentra bien.
Si responde (emite algún sonido, se mueve, abre los ojos), está consciente. Se puede concluir, por tanto, que está respirando y tiene circulación y debemos proceder de la siguiente manera: Dejarlo en la posición en que lo encontramos. Pedir ayuda si es necesario. Enviar a alguien por ayuda. Si está
solo, deje a la víctima y vaya por ayuda usted mismo, volviendo después junto a ella.
Valorar a la víctima regularmente. Hay dos situaciones que pueden poner en peligro la vida de una persona consciente: hemorragia profusa y la asfixia por atragantamiento.
Si no responde, está inconsciente y puede ser una víctima potencial de muerte súbita: pediremos ayuda.

C. Pedir ayuda
• Avisar al 112, o
• Gritar pidiendo ayuda de alguien próximo
• Si la causa probable de la inconsciencia es un problema respiratorio derivado de traumatismos, ahogamiento, asfixia, intoxicación por alcohol y drogas, o si la víctima es un niño, lo
prioritario es la R.C.P., que debe aplicarse durante 1 minuto antes de ir a pedir ayuda.

D. Abrir la Vía Aérea. Mantener permeable la vía aérea.
Después de pedir ayuda, el reanimador debe abrir la vía aérea y mantenerla permeable, ya que durante una parada cardiorrespiratoria, la víctima pierde el tono muscular lo que unido al efecto de la
gravedad, puede hacer que la lengua caiga hacia atrás ocluyendo la vía aérea.
Para ello, en primer lugar, hay que colocar con precaución al herido tumbado boca arriba sobre superficie lisa y dura, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo, aflojarle las ropas que puedan
oprimirle y desvestirle el tórax.

Tipos de vendajes

¡Buenas tardes colegas! 
En esta entrada voy a hablaros sobre los diferentes tipos de vendajes y como se realizan.

En primer lugar, cabe destacar que los vendajes pueden estar indicados para:

  • Limitar la movilidad de la zona afectada.
  • Fijar tracciones.
  • Fijar apósitos en heridas.
  • Mantener férulas en posición.
  • Como hemostasia provisional o definitiva.
  • Como activador del retorno venoso de las extremidades.
  • Como promotor en la absorción de líquidos titulares.
  • Protector de la piel a fin de evitar erosiones.


En cuanto a los principios generales tendremos en cuenta a la hora de realizarlos:

  • Vendar de la porción distal a la proximal y de la interna a la externa.
  • Vendar de manera uniforme y firme, cubriendo dos tercios del ancho de la vuelta anterior. La tensión y la presión deberán mantenerse iguales durante todo el proceso.
  • Proteger las prominencias óseas antes de vendarlas.
  • Utilizar la venda más adecuada para los fines del vendaje.
  • No iniciar ni terminar el vendaje directamente sobre una herida o un área en la que sea probable que el paciente ejerza presión.
  • Dejar los extremos distales de la zona vendada libres, para poder comprobar la vascularización, movilidad y sensibilidad.
  • Revisar el vendaje y buscar signos de alteración de la circulación.


Siempre se debe evitar:
-Arrugas de la venda en la planta del pie.
-Compresión en los metacarpianos/tarsianos.
-Compresión en los tendones.
-Compresión en las articulaciones.

TIPOS:
VENDAJE CIRCULAR:
Cada vuelta de la venda cubre por completo la vuelta anterior.

VENDAJE ESPIRAL: